BEIJING, 6 ago (El Mercurio/WSJ) — La regulaciones de ciberseguridad que propuso China están irritando a las empresas estadounidenses, las que ven las normas como nuevas barreras para el mercado chino, y se vislumbran como un potencial punto conflictivo en la negociación comercial entre China y EEUU.
Las nuevas normas y estándares preliminares, que se dieron a conocer en el transcurso de los últimos dos meses sin tanto alarde, extienden una ley de ciberseguridad existente y la que EEUU y varias empresas extranjeras ya consideran draconiana. Algunas prohiben que ciertos datos salgan de China o retardan el proceso de enviar datos al extranjero, lo que aumentan las incertidumbres y costos. Normas severas de adquisición también podrían dejar a los productos extranjeros en desventaja.
Si se promulgan, es probable que las medidas afecten a un sector de empresas estadounidenses, lo cual incluye fabricantes de productos tecnológicos como Cisco Systems, International Business Machines, Juniper Networks y Dell Technologies, como también a aquellas de servicios financieros o del sector automotor que manejan datos.
Las compañías y grupos comerciales de EEUU señalan que algunas de las propuestas son demasiado vagas y dan a las autoridades chinas libertad de acción en su aplicación. La Administración de Ciberseguridad de China y el Ministerio de Seguridad Pública, los que están involucrados en las diversas propuestas preliminares, no respondieron a una petición de que hicieran comentarios.