SANTIAGO, 5 mar (DF) — El coronavirus se desató en Wuhan y rápidamente se expandió por China. En cuestión de días, llegó a Beijing, el hogar de Natalia Cortés por más de 10 años.
Ante un panorama que incluía el cierre de ciudades y mascarillas, la directora comercial de ProChile en Beijing aseguró desde la capital del gigante asiático que los primeros meses del año “fueron tiempos difíciles por ver cómo empezaba a crecer el miedo colectivo y la incertidumbre de cuáles son las medidas que se van a tomar, y entender cuál era realmente el riesgo para las personas”.
A pesar de estar en el país con mayor número de contagios, Cortés celebró la intervención del gobierno por las políticas de contención aplicadas y la buena reacción de la población frente a la crisis, asegurando que esto llevó a que “el contagio no fuera un miedo tan real”.
Sin embargo, “tengo niños chicos. Ellos están sin clases y llevan seis semanas encerrados en la casa. Obviamente se han trastornado nuestras vidas, pero creemos que es algo pasajero y que las cosas van a volver a la normalidad”.
La representante comercial de Chile en la segunda economía mundial se manifestó optimista respecto al panorama de los envíos nacionales. “Si bien hemos visto que está habiendo mucho menos consumo, se espera que este se normalice cuando pase la situación de emergencia”, dijo y agregó que esperan ver un repunte en el segundo trimestre.
“El consumidor chino va a seguir preocupándose de las mismas cosas que antes: alimentación saludable y ojalá alimentos funcionales. Va a haber mayor conciencia de cuáles son los ingredientes de los alimentos para poder proteger la salud, especialmente de los niños, jóvenes y adultos mayores”, agregó.
La mayoría de las empresas que exportan a China son conocedoras del mercado, explicó, por lo que “el desafío es cómo cada empresa va a lograr tener una mayor participación de mercado después de esta emergencia. Puede ser una alternativa para diversificar su participación”.