CIUDAD DE MEXICO, 30 jul (El Economista) — México se ha rezagado en alcanzar la modernización del Acuerdo de Promoción y Protección de Inversiones (APPRI) con China, un asunto ligado a la discusión pública que se ha generado de cara a la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Con la tendencia de la relocalización (nearshoring), algunas empresas chinas se han interesado en invertir en México y esto ha levantado críticas por parte de algunos legisladores estadounidenses sobre si con ello se pretende eludir las sanciones comerciales de Estados Unidos a China.
Desde 2017, en México han entrado en vigor tres APPRI (Emiratos Árabes Unidos; Hong Kong, China; y Turquía).
Actualmente, México cuenta con una red de 30 APPRI en vigor. Sin embargo, la gran mayoría de estos acuerdos fueron negociados y firmados antes del año 2000.
Dado que, en el caso de 25 de los 30 APPRI mencionados, la vigencia inicial de 10 años ha llegado a su fin y que uno ha sido denunciado (India), México ha emprendido una política de modernización de estos acuerdos, reflejando la evolución del derecho internacional de las inversiones con disciplinas de vanguardia.
Alejandro Rodríguez, analista de la consultoría estadounidense Plante Moran, dijo que si bien hay empresas chinas que están interesadas en invertir en México, también continúan con sus estrategias de expansión en países asiáticos que tienen acuerdos de libre comercio con Estados Unidos.
Si bien México cuenta con ventajas como la cercanía, la integración regional y el mismo huso horario -o sin tanta diferencia- con respecto al mercado estadounidense, los países asiáticos tienen más similitudes culturales o laborales en relación con las empresas inversoras chinas.
Las autoridades de China indican que su país ha firmado acuerdos bilaterales de inversión con 135 entidades, y que hay 112 acuerdos de ese tipo en vigor actualmente. Según la Organización Mundial de Comercio (OMC), durante los últimos tres años, sólo pactó un acuerdo de ese tipo, con Angola, en diciembre de 2023.
En 2023, con 148,000 millones de dólares, China fue el tercer emisor de IED en el mundo, superado por Estados Unidos (404,000 millones) y Japón (184,000 millones), de acuerdo con datos de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
Los APPRI crean un marco de reglas claras y transparentes que, sobre bases de reciprocidad, protegen jurídicamente los flujos de capital destinados al sector productivo.