Para analizar la desaceleración económica china, nada mejor que observar su mercado laboral. Las encuestas oficiales sugieren que la oferta de puestos de trabajo aún es superior a la demanda, con ligeras fluctuaciones en los dos últimos trimestres. Esta situación ha permitido a los responsables políticos no pensar en estímulos fiscales a gran escala y seguir adelante con las reformas. La tasa de desempleo urbano se ha mantenido entre 3,9 y 4,3 por ciento durante al menos 13 años. La lectura de 4,05 por ciento en el tercer trimestre, fue casi exactamente la misma que los últimos cinco años, a pesar de que el crecimiento económico en ese mismo período se redujo de 10 a 7 por ciento. Entre agosto y octubre, la cifra ha fluctuado en torno a 5,0 por ciento. No obstante, la imagen se vuelve más sombría cuando se analizan otros índices. En el caso de la producción manufacturera y de servicios, ambos indicadores se han mantenido por debajo de los 50 puntos, línea que separa la expansión de la contracción. Para algunos analistas, la pérdida de empleos se debe principalmente a la reducción del exceso de capacidad en algunos sectores. Según informes independientes, la demanda de mano de obra en China sigue siendo superior a la oferta, pero el mercado del trabajo como un todo, mantiene una tendencia a la debilidad, sobre todo en los sectores manufacturero e inmobiliario.
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