China tiene un enfoque estratégico sobre Latinoamérica hacia donde ha destinado más de 110 mil millones de dólares en flujos de inversión extranjera directa desde 2003 convirtiendo a Brasil, Perú y México en sus principales receptores. Aunque más del 50 por ciento de los flujos están destinados a materias primas, en los últimos cinco años ha habido una creciente participación en telecomunicaciones, electrónica, industria automotriz, energías renovables y sector financiero. El fortalecimiento de los vínculos comerciales y económicos entre China y Latinoamérica tendrá un efecto sobre Estados Unidos reduciendo su peso no sólo en participación de mercado, sino incluso en el aspecto político.
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