GUANGZHOU, 24 ago (Xinhua) — Tras acabar de comer en un restaurante, un cliente tira a un balde sus desechos, y presionando el botón “Smash”, son disueltos en agua y desaparecen.
Esta escena es imaginaria, pero será posible en el futuro gracias a una solución que ofrece la empresa chilena Solubag para afrontar el problema global de la contaminación de plásticos. Los materiales degradables e hidrosolubles son la clave.
Roberto Astete, gerente general de Solubag, recurrirá a dicha solución para tratar un problema más apremiante: encontrar una alternativa para los supermercados y las tiendas de su país, ya que estos establecimientos no podrán dar bolsas de plástico a sus clientes según una ley nueva del país suramericano.
Para proteger sus costas que suman 4.000 millas de largo, el gobierno chileno promulgó el 3 de agosto esta ley, que entrará en vigor en febrero de 2019.
Solubag presentó recientemente en Santiago de Chile un nuevo tipo de bolsa de compras soluble en agua. Sus materiales y tecnología provienen de una empresa china Nuevos Materiales Guangdong Juyi. La nueva bolsa es similar en el aspecto a una ordinaria.
En la empresa china en la ciudad de Qingyuan, provincia de Guangdong, en el sur de China, Astete también demostró recientemente a la prensa la solución instantánea de dos tipos de productos. Uno es una bolsa de compras soluble en agua a temperatura ambiente, y el otro es una bolsa no tejida que es soluble en agua a 90 grados Celsius.
Chen Gang, presidente de la compañía matriz de la empresa, Guangdong Jushi Chemical, indicó que las dos tipos de bolsas hidrosolubles están hechas de un material polimérico soluble en agua, el alcohol polivinílico (PVA), que se deriva del gas natural o del carburo de calcio, en lugar de derivados del petróleo.
Antes de Chile, Kenia y Marruecos habían promulgado la prohibición del uso de plásticos. El pasado 19 de abril, el gobierno británico planteó el plan de prohibir completamente el uso de productos plásticos desechables, incluidas las pajitas plásticas de un solo uso.
El proyecto de Astete llama la atención de todo el mundo y recibe mensajes de numerosos clientes y consumidores. “El 85 por ciento de ellos son de otros países, como Alemania, Francia, España, Ghana y Arabia Saudita”, detalló.