El gobierno de Trump está apostando a que prohibir a las compañías tecnológicas chinas traerá a Beijing a la mesa de negociaciones con el objetivo de lograr “cambios estructurales” en la economía china. Pero dentro del país asiático, tales movimientos han creado un nuevo consenso en apoyo de la “autosuficiencia” y la “innovación local”. De ese modo, EEUU puede estar allanando el camino hacia una China más tecnológicamente independiente y posiblemente más poderosa.
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