SANTIAGO, 28 jun (El Mercurio/WSJ) — China está abriendo una parte clave de su industria de vehículos eléctricos a la competencia global. La acción podría, paradójicamente darle mayor fuerza.
La semana pasada, Beijing descartó su lista de manufacturas certificadas de baterías de autos eléctricos, lo que pavimentó el camino para que los proveedores extranjeros empezaran a vender en el país de nuevo. El hecho de formar parte de la lista cuando esta se estableció en 2015 calificaba a los fabricantes de baterías para recibir los subsidios de gobierno que responde por una parte significativa del precio de un vehículo eléctrico. Ningún actor importante extranjero alcanzó el nivel.
Era probable que la lista quedara obsoleta de todas maneras porque China está eliminando gradualmente los subsidios a los vehículos eléctricos. Los subsidios han convertido a China en el mercado de vehículos eléctricos más grande del mundo: se vendieron 1,26 millones de los llamados autos de nuevas energías, lo que incluyen los híbridos recargables, en el país el año pasado, en comparación con los 75 mil en 2014.
El hecho de traer competencia extranjera ahora podría estimular la consolidación de la industria de las baterías y bajar los costos de los vehículos eléctricos.