En un futuro previsible, la estanflación pesará mucho en Occidente. Por el contrario, la inflación al consumidor en China es de alrededor de 2,5 %. Como resultado, el Banco Popular de China (PBOC) no está bajo presión para subir las tasas, como lo están la Reserva Federal de EEUU y el Banco Central Europeo. Y mientras Occidente navega hacia una recesión, el PBOC puede flexibilizar la política monetaria al mismo tiempo. Lo que, a su vez, podría acelerar el crecimiento económico, particularmente en relación con otras economías importantes.
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