SHANGHAI, 28 oct (EFE) — Las perspectivas de futuro de las empresas estadounidenses que operan en Shanghai han caído a mínimos históricos, ya que solo un 55 % de ellas afirman ser “optimistas o ligeramente optimistas” acerca de los próximos cinco años, según el informe anual de la cámara de comercio AmCham Shanghai.
La citada tasa es la más baja en la historia de la encuesta y supone un desplome de 23 puntos porcentuales con respecto al dato de 2021, apunta la organización estadounidense, que publicó hoy el dossier.
“Aunque la mayoría de negocios estadounidenses siguen siendo rentables, el impacto de las persistentes restricciones relativas a la covid está afectando negativamente a la confianza empresarial y provocando un descenso de la inversión”, indica AmCham Shanghai.
Según el informe, la recuperación experimentada tras el parón económico provocado por la pandemia a inicios de 2020 ha quedado “sofocado” por los estrictos confinamientos dictados durante la pasada primavera, que se prolongaron durante semanas.
El deterioro de las relaciones entre Washington y Pekín y las “presiones macroeconómicas” son otros de los factores que el informe cita a la hora de desgranar las razones por las que los miembros de la cámara de comercio muestran la “menor tasa histórica de optimismo” sobre sus perspectivas de facturación y el entorno de negocios.
La proporción de empresas que proyectan un aumento de sus ingresos en 2022 es de un 47 %, lo que supone una caída de 29 puntos porcentuales frente al dato del año pasado y el nivel de expectativas más bajo en, al menos, diez años.
El pesimismo también se ha extendido a las sedes centrales de las compañías, entre las cuales el 52 % tiene menos confianza que el año pasado en la capacidad de gestión de la economía por parte de las autoridades chinas.
A este respecto, el número de compañías que mantiene a China como principal destino de inversión ha caído desde el 27 % hasta el 18 %.
De hecho, el 19 % de los 307 participantes en la encuesta afirman que han invertido menos en China que el año pasado, achacándolo todos ellos a la estrategia de ‘cero covid’ en la que insiste el Gobierno chino a pesar de que el resto de países del mundo ya haya retomado una cierta normalidad o esté comenzando a reabrirse al exterior.
Otro dato importante que deja el análisis de las inversiones es que un tercio de las compañías encuestadas ha redirigido a otros países capital que tenía asignado a sus operaciones en China, el doble que hace un año, aunque por el momento solo un 17 % está planteándose marcharse de China o reducir su huella en el país.
Y, ante el empeoramiento de las perspectivas de negocio, la respuesta de las autoridades no está satisfaciendo a las compañías, entre las cuales solo un 17 % cree que las regulaciones han mejorado durante el último ejercicio para las firmas extranjeras, mientras que la proporción de las que piensan que ha empeorado asciende al 36 %.
Asimismo, solo un 37 % de las compañías describen el marco regulador local como “transparente”, la tasa más baja de los últimos años, mientras que la cantidad de firmas que denuncian favoritismo por parte del Gobierno hacia las compañías locales alcanza ya su máximo (56 %) desde 2017.