Sobre las perspectivas futuras de la economía china es fácil equivocarse. Analizamos las cosas desconocidas comparándolas con aquellas que entendemos, pero debido a su historia y tamaño, China es diferente. Gran parte de la angustia occidental sobre la desaceleración del crecimiento chino revela una ignorancia de cómo operan los países en desarrollo. El mundo desarrollado, donde el crecimiento rara vez excede el 2 ó 3 por ciento anual, está tan familiarizado con las tasas chinas de rápida expansión, que se olvidó de la aritmética básica. A una tasa de crecimiento constante del 10 por ciento, una economía se duplica en unos siete años. A una velocidad de 6,7 por ciento, se duplicará en aproximadamente 10. Otra trampa para los observadores extranjeros es asumir que China tiene una economía de mercado al estilo occidental. Muchas empresas de propiedad estatal pueden no ser tan dinámicas y de rápido crecimiento como el sector privado, pero siguen siendo una parte importante de la economía china. Las reformas económicas y la gestión se guía año a año por los planes quinquenales. El crecimiento del PIB no es sólo una medida de éxito económico, es un objetivo político.
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